Cómo se gestiona


Lo realmente original del pensamiento creativo es el proceso previo a encontrar la solución, es decir, la capacidad de utilizar la información almacenada en la memoria de forma nueva y distinta. La capacidad, la rapidez con que se encuentra una solución depende de la experiencia, y ésta siempre es adquirida.

Los componentes que influyen en el desarrollo de la creatividad son varios y relacionados con múltiples aspectos:

INDIVIDUALES: Características de personalidad y capacidad,
SOCIALES: Entorno sociocultural y modelo educativo.

Numerosos estudios señalan que la forma de pensar más convergente no se debe tanto a una incapacidad para el pensamiento original, como al temor de parecer una persona rara, al miedo a perder la aprobación de la sociedad, o una resistencia a fiarse de la intuición antes que de la razón.




Ya no se trata solo de conocer cuáles son los rasgos que determinan que una persona sea creativa, es necesario conocer qué condiciones necesarias aporta el medio, a fin de lograr el avance.





Para poder desarrollar la creatividad es preciso trabajar en ámbitos personales y sociales:

PERSONALES:

1. Ayudar en la gestión del tiempo.

2. Capacitar para enfrentarse a la adversidad, y

3. Profundizar en el valor y la necesidad del trabajo y el esfuerzo.

4. Favorecer la motivación intrínseca, empoderando a las personas que participan y reafirmando su autoestima.

5. Animar a la reflexión y acción; valorando y estimulando cada situación. El objetivo no tiene por qué ser un producto, los logros pueden aparecer en los procedimientos.

SOCIALES:

1. Aceptación de propuestas, nuevas ideas y cambios.

2. Mantenimiento permanente de estructuras de carácter abierto.

3. Incluir en los procedimientos la participación, ambigüedad, y estrategias de problemas insuficientemente definidos.

4. Intentar no cerrar el proceso creativo, la apertura a de estar presente de forma continua.